¡Y yo que pensaba que esta receta me la había inventado yo! Y un día hablando con mí madre, y contándole mí preocupación por que mis hijos coman verdura, le comenté que había inventado un plato de albóndigas con verduras, me preguntó que cómo lo hacía y me respondió, pues ¡vaya invento! ¡si son las albóndigas a la jardinera de toda la vida!, y se me quedó cara de póker.

Así que nada, aquí os traigo esta recetita, muy fácil y rápida de hacer, pueden los enanos colaborar si les gusta la cocina.

Necesitamos, albóndigas ya hechas, yo las compro en una polleria, que les pides que las hagan y te las hacen como tú quieres, pero también las venden envasadas ya hechas; cebolla cortada congelada, pimiento verde y rojo cortado congelado, calabacín cortado congelado, guisantes congelados, judías verdes redondas congeladas y zanahorias cortadas congeladas; aceite de oliva virgen extra, caldo Aneto de cebolla ecológica, y sal.

Ponemos en una sartén un poco de aceite de oliva virgen extra y doramos las albóndigas, mientras en la olla express vamos echando la cebolla y los pimientos, un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra y un poco de sal (echo la sal ahora, porque echo muy poca, porque el caldo Aneto ya lleva su sal, y si no para mí gusto queda muy salado), hacemos el sofrito a fuego lento, hasta que huela a pisto, entonces echamos el resto de las verduras, el calabacín, los guisantes, las judías y las zanahorias, continuamos rehogando a fuego lento, hasta veamos que están hechas las verduras; como se han ido dorando las albóndigas, ya estarán listas, así que las echamos a la olla, damos unas vueltas durante unos minutillos, y vertemos el caldo Aneto de cebolla ecológica, echamos hasta que veamos las tripitas de las albóndigas, nunca taparlas con el caldo.

Cerramos la olla express a fuego alto, hasta que la válvula suba, una vez suba, bajamos a fuego bajo, y dejamos 15 minutos. Cuando la olla lo permita, abrir y disfrutar.

Como veis es muy sencilla, y lleva muchas verduritas para nuestros pequeños.