Aprovechando el día de ayer, Día del Orgullo, os voy a contar cómo vivimos en casa esto de la diversidad de familias y el amor libre… Pues os contaré que lo vivimos como tiene que ser, de manera muy normal… Cuando era pequeña, y en el cole llamaban maricon de manera despectiva a alguien, (no podía ser de otro modo, más cuando eres niño), yo sufría, y siempre pensé que de tener un hijo o hija gay, jamás le haría sentir diferente. Me siento tranquila de saber que en el cole de mis hijos, se ocupan mucho de que no exista homofobia. A día de hoy, no se de quien se enamorarán mis hijos, el otro día, hablando mí hermano y yo de la fiesta del orgullo, mi hijo dijo de manera expóntanea, que el no era gay, yo le pregunté ¿y tú que sabes? ¡Lo mismo un día te enamoras de un chico! Y me respondió que no, que a él no le gustan ni los chicos, ni las chicas, y yo en broma le dije, ¡muy bien cariño, tú con mamá siempre!!!… Obviamente lo dije con la boca chica, seguro que de aquí a 15 años estoy deseando que vuele del nido… Bueno centrándome en el tema, que yo como madre solo quiero que se enamoren de buenas personas, que les hagan felices y se quieran mucho, que al final es lo que importa, el amor.
Pero la realidad de ahí fuera es bien distinta, aun hay ¡ tanta gente homofoba! , que he escuchado en más de una y dos y tres personas de este colectivo, verbalizar, que no querrían bajo ningún concepto, que sus hijos fueran gays, y todos coinciden, en que, es tal el sufrimiento que por un motivo u otro, han pasado, que como padres y madres, es normal, que no quieran que sus hijos sufran. Pero ¡jope! Es que ¡no hay derecho!
Ayer en mí trabajo pusieron la bandera del orgullo, y un hombre, de unos 40 años aproximadamente, se acerco al mostrador, por el que yo andaba en ese momento, y dijo, ¡ahí con la bandera, para inculcar a ser gays a los niños!! … No pude más que contestar que de inculcar nada, que los niños serán lo que quieran ser, y se fue… En fin, a veces vivimos en nuestra burbuja de tolerancia y respeto, y cuando sales un poco de la burbuja, ves la cantidad de falta de respeto que existe.
Luego por otro lado están los microhomofismos, que en ocasiones, incluso, a pesar de tenerlo normalizado, los sueltas sin querer, a veces ni tan si quiera ser consciente de lo que has dicho, por ejemplo, un triste, ¡serás mariquita! Dicho incluso en un contexto de broma y de risas, eso, es un microhomofismo. La generación de nuestros padres, por ejemplo, tiene muchos, aunque sean tolerantes, lo tienen, a ellos les cuesta mucho más, han vivido parte de la época de Franco y han conocido la ley de vagos y maleantes, y eso por mucho que quieras luchar contra ello, deja una huella imborrable.
Hasta ahora os he contado sobre mí hijo el mayor, que es el más consciente, y lo lleva con toda la naturalidad del mundo, sin embargo, la pequeña, le cuesta entenderlo, y yo analizando y pensando, cómo es posible que una niña de 4 años, diga que cuando te casas, es con un chico, y tu la rebatas, y ella diga que no, pues mi conclusión es clara, las películas de princesas, tienen la culpa, sí, a día de hoy no hemos visto ninguna película en la que haya relaciones homosexuales, solo heteros, y la encantan y la cuesta entenderlo; pero el mensaje en casa es claro, siempre, cada persona puede amar a quien quiera, y puedes casarte si quieres, y te puedes casar con quien quieras, o no casarte y seguir amando a quién te dé la gana.
Con la bebé os iré contando en posteriores años, cómo lo va viviendo.
Conclusión, da el mensaje a tus hijos de que el amor, es libre, que es una palabra que lleva implícita la libertad, y ese mensaje, les hará libres a ellos.
Besos amig@s.